sábado, 28 de abril de 2012

Sin nombre



Y salir de arrebato y llegar a tu pómulo
y acariciarlo lento para sentirte en cada una de mis yemas
apreciar tu mirada en cada bocanada de aire.

Así, lento lento lento y sin prisa
esbozar una sonrisa cuando la sonroses llegue al corazón
y dibujar el contorno de tus labios paulatinamente con mis ojos
y tornarlos de café para beberlos a cada sorbo. 

Perderme en la palabra no dicha, vivir a cada paso que das
e imaginar que realmente se puede rozar tu cabello y seguir en la fragancia
que desprende esa ansia de hallarte.

lunes, 23 de abril de 2012

El mundo se le cerró de tal manera que sólo pudo huir a hacía su cuarto, encerrarse y aventarse a la cama llorando y llorando y llorando porque no podía comprender por qué se le había roto la uña.

domingo, 22 de abril de 2012

Negro

Tuve un pasado negro donde la ortografía me importaba un carajo y escribía con "k" y quitaba las "u" después de las "q" e incluso cometí la barbarie de utilizar i latina en vez de y griega. Sí, mi pasado es tan negro que se puede comprobar en este blog. En las primeras entradas. Sí, anden vayan y lean de qué forma tan espantosa arruinaba el lenguaje que ahora defiendo como una purista que no sabe ni siquiera la raíz latina de su palabra favorita.
Una vez y otra y luego una más y sigue pasando día con día sin detenerse sin ganas de parar con unas ganas tremendas de salir y llegar y rodar para correr y correr y seguir corriendo a través de ti de mi de nosotros de nuestra plena existencía dijo Octavio Paz una vez en un poema en su laberito lleno de soledad y es que así somos llenos de melancolía sin pausas con rellenos con ganas de un mito y de un héroe muerto que nos salve de las máscaras que usamos a cada minuto segundo mílesima instante lleno de todo de escritura automática de surrealismo y dadaísmo y sentimientos absurdos irónicos que tocan y beben y se tientan en las lexias de una vida de una tumba tic tic tic tic tic una onda que nadie comprende ni ellos ni yo ni él que era el rey que murió por una sobredosis de evasión de escapatoria y que alguna vez quisiste probar en una noche para vivir realmente por un segundo aunque tu mamá te llamara por las calles iluminadas de un vómito verdoso y tú seguiste y yo seguí y me vi y me seguí viendo en cada mirada perdida en cada palabra pronunciada abruptamente en un vaivén del tren del autobús que te llevó a esa madrugada de viernes donde escuché tu corazón y no supe qué decir y que me llené de nostalgia y de verbos repetidos y de verbos que no se enuncian que nadie dice que todos dicen que todos se llenan de ellos en su boca en sus labios que besan otros labios que a su vez piensan en otros y es qué la soledad pega muy duro a las 3:13 am cuando te das cuenta que muchos allá afuera están consumando su lujuría en una cama de una habitación barata alcoholizados y otros llenos de feromonas que confunden con un sentimiento que llaman amor y yo y yo estoy aquí tal vez borracha y loca de letras que se escapan sin sentido sin comas ni puntuación un que otro acento para no perder la cordura de todo y no saber como terminar porque así somos así de absurdos y patéticos viviendo una vida que no nos pertenece haciendo pendejadas una tras otra con malas palabras con buenas palabras con pensamientos y es que todo se resume a que nadie sabe que decir porque todos sabemos qué decir en poemas en cuentos en programas en dibujos y canciones en edificios que años después serán derrumbados porque a un imbécil se le ocurre aplicar la modernidad que según cree es la mejor para ese tiempo y es que así pasa cuando sucede y cuando sucede así pasa en redundancia de tragos amargos de tristeza que se acumula y que no se deja salir hasta que explota como la celula y la canción y quiero vivir alguna vez o no o nunca y ojalá no llegues a leerme porque me cansas de tanta pendejada que piensas que dices por caer bien a los demás para parecer cool y que alguien te quiera sí igualito como yo como todos porque fuenteovejuna todos a una y los clásicos viven por el maldito canon sí ese canon que no admite mujeres y que los hispanoaméricanos no conocemos por querer crecer ya cuando todavía ni siquiera nacemos y así se vuela y así se come y así se pone y así se cocina y así aburre a cada segundo que has desperdiciado esta idiotez y si sin punto final porque no hay punto nunca lo hay jamás si jamás nunca y jamás y jamás y nunca y así se llega a muy lejano con la piedra entre las piernas que penetras por que sí soy mujer y también siento en una castidad que tal vez es merecida por merecer o no quién sabe tú sabes por que yo no nunca sé nada sé todos sabemos en la ignorancia que palpita ahí abajo sí ahí mismo donde se encuentras los gritos jamás escuchados y ahogados en un mar en un río en un lago de hipocresía en sonrisas turbias y estúpidas amistades que no existen ni existirán en existencia de la tuya y de ésta tal vez y es que no hay mejor manera de terminar un día y comenzar otro en el mismo que callándome sí callándome como lo hacemos los tuiteros a la verga

Se desperdicia

Y es que éste corazón se está desperdiciendo y nadie hace algo para remediarlo, ni yo misma.

A veces

A veces es necesario estar triste pero en soledad. Es necesario sentir esa nostalgia que va comiendo a mordiditas la orilla del corazón. A veces es necesario estar triste y no llorar, para disfrutarlo y de esa manera poder suspirar y saber que dentro de unas horas o segundos todo estará bien.

A veces es necesario estar triste y no decírselo a alguien aunque matemos por hacerlo, porque las personas se cansan, las personas a veces no pueden estar siempre, las personas también sienten, también tiene derecho a ser libres y un día vivir como ellos deseen.

Pero no, no se puede, nunca se puede vivir como uno desea, pueden reír, comer, darse un baño, saltar y cantar su canción favorita, imaginar su utopía pero luego, luego y más luego regresas a tu rutina, a tu esclavitud, a la manera en la que te atan la corbata y te vuelves el sirviente de alguien más y por eso es necesario estar triste.

Bien lo dijo Calderón de la Barca ¿Qué es la vida? Un frenesí, un delirio violento de una pasión y es que estamos tan enajenados en la búsqueda de ese algo que nos haga sentir que dejamos de lado la tristeza, la dejamos de lado cuando ella siempre nos persigue cual perrito faldero, sin fallarnos, día con día toca nuestras puertas, cierra las ventanas, nos despeina con su soplo y se queda a dormir cada noche en nuestros parpados y ni así le damos oportunidad de que viva, de que sueñe. La tristeza también siente, la tristeza también necesita que se beba, que se cante, que se lleve a pasear un domingo por la tarde con la familia.

Por eso, a veces es necesario estar triste en soledad porque sólo así, solamente así, es cuando nos damos cuenta cuán indispensables somos en nuestra propia existencia.