domingo, 22 de abril de 2012

Una vez y otra y luego una más y sigue pasando día con día sin detenerse sin ganas de parar con unas ganas tremendas de salir y llegar y rodar para correr y correr y seguir corriendo a través de ti de mi de nosotros de nuestra plena existencía dijo Octavio Paz una vez en un poema en su laberito lleno de soledad y es que así somos llenos de melancolía sin pausas con rellenos con ganas de un mito y de un héroe muerto que nos salve de las máscaras que usamos a cada minuto segundo mílesima instante lleno de todo de escritura automática de surrealismo y dadaísmo y sentimientos absurdos irónicos que tocan y beben y se tientan en las lexias de una vida de una tumba tic tic tic tic tic una onda que nadie comprende ni ellos ni yo ni él que era el rey que murió por una sobredosis de evasión de escapatoria y que alguna vez quisiste probar en una noche para vivir realmente por un segundo aunque tu mamá te llamara por las calles iluminadas de un vómito verdoso y tú seguiste y yo seguí y me vi y me seguí viendo en cada mirada perdida en cada palabra pronunciada abruptamente en un vaivén del tren del autobús que te llevó a esa madrugada de viernes donde escuché tu corazón y no supe qué decir y que me llené de nostalgia y de verbos repetidos y de verbos que no se enuncian que nadie dice que todos dicen que todos se llenan de ellos en su boca en sus labios que besan otros labios que a su vez piensan en otros y es qué la soledad pega muy duro a las 3:13 am cuando te das cuenta que muchos allá afuera están consumando su lujuría en una cama de una habitación barata alcoholizados y otros llenos de feromonas que confunden con un sentimiento que llaman amor y yo y yo estoy aquí tal vez borracha y loca de letras que se escapan sin sentido sin comas ni puntuación un que otro acento para no perder la cordura de todo y no saber como terminar porque así somos así de absurdos y patéticos viviendo una vida que no nos pertenece haciendo pendejadas una tras otra con malas palabras con buenas palabras con pensamientos y es que todo se resume a que nadie sabe que decir porque todos sabemos qué decir en poemas en cuentos en programas en dibujos y canciones en edificios que años después serán derrumbados porque a un imbécil se le ocurre aplicar la modernidad que según cree es la mejor para ese tiempo y es que así pasa cuando sucede y cuando sucede así pasa en redundancia de tragos amargos de tristeza que se acumula y que no se deja salir hasta que explota como la celula y la canción y quiero vivir alguna vez o no o nunca y ojalá no llegues a leerme porque me cansas de tanta pendejada que piensas que dices por caer bien a los demás para parecer cool y que alguien te quiera sí igualito como yo como todos porque fuenteovejuna todos a una y los clásicos viven por el maldito canon sí ese canon que no admite mujeres y que los hispanoaméricanos no conocemos por querer crecer ya cuando todavía ni siquiera nacemos y así se vuela y así se come y así se pone y así se cocina y así aburre a cada segundo que has desperdiciado esta idiotez y si sin punto final porque no hay punto nunca lo hay jamás si jamás nunca y jamás y jamás y nunca y así se llega a muy lejano con la piedra entre las piernas que penetras por que sí soy mujer y también siento en una castidad que tal vez es merecida por merecer o no quién sabe tú sabes por que yo no nunca sé nada sé todos sabemos en la ignorancia que palpita ahí abajo sí ahí mismo donde se encuentras los gritos jamás escuchados y ahogados en un mar en un río en un lago de hipocresía en sonrisas turbias y estúpidas amistades que no existen ni existirán en existencia de la tuya y de ésta tal vez y es que no hay mejor manera de terminar un día y comenzar otro en el mismo que callándome sí callándome como lo hacemos los tuiteros a la verga

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