Hoy, una niña celebrará por primera vez el día de la madre
sin su mamá. Hoy esa niña se siente con un vacío muy grande, lo sé, lo veo en
sus ojos. Hoy esa niña está sufriendo pero no lo exterioriza porque no quiere
molestar a los demás. Esa niña jamás pensó que le haría tanta falta su mamá, no
como le está haciendo falta ahora.
Llora, llora porque su mamá ya no está, porque aunque los
recuerdos te hacen sentir un calorcito de su presencia, también te hace sentir
una brisa de frío por saber que ya no
volverá a ver nunca más, nunca más
sonriendo.
Esa niña es mi mamá y quisiera curarle el dolor que siente
por mi abuelita.
Yo también te extraño, viejita, también sufro porque no
estás. Hace tres meses que te fuiste, hace tres meses que ya no me dices mi
muchachita y no sé por qué elegí este día para poder escribirte.
¿Sabes? Es obvio que todos sabíamos que este día pasaría,
que algún día ya no podría verte más, pero no quería que fuera tan pronto,
quería que llegaras a los 100 años, quería que me vieras casada, que vieras a
mis hijos, que siguieras dándome palmaditas, que me dieras tu bendición cada
noche, cada que voy al trabajo, cada que voy a la escuela y ya no, ya no
escucho tus dulces palabras.
Quisiera que estuvieras aquí, que le dijeras a mi mamá que
no se preocupara, que le curaras su corazón porque yo no puedo, no puedo
hacerlo, aunque la abrazo, aunque la mimo, aunque le doy todo mi amor, no puedo
hacerlo, no soy tú, viejita, no soy tú para sanarla como una mamá sabe hacerlo.
Sé que ya no sufres de tus piernas, que estás sonriendo, que
estás cuidando a tus hijos, nietos, bisnetos, tataranietos y tatataranietos;
que ya estás con tu viejito y mi tío Rafa y que nos amas y nos amas mucho.
Yo te amo y te extraño tanto, extraño darte de comer,
hacerte compañía, cambiarte de pañal porque eras mi bebé de 93 años; ahora a mí
me tocaba cuidarte como tú me cuidaste de pequeña.
Y estoy tranquila, mucho, porque sé que te dije muchas veces
que te amo, y te lo demostré, pero quisiera tanto tenerte aquí, abrazarte de
nuevo, y que abrazaras a mi mamá.
Porque tu niña la más chiquita tiene muy quebrado su
corazoncito y te necesita. Ayúdame, Cayita, ayúdame a ayudar a tu niña, ayúdame
porque yo ya no sé qué hacer. Porque yo sí tengo una mami que me ayude cuando
mi corazón está triste, pero ella ya no.
Y yo la amo, la amo muchísima, ella es el amor de mi vida,
ella es mi todo y ella ya no te tiene.
Cayita, te amo y te extraño mucho.
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