sábado, 13 de abril de 2013

Se suicidarían


—Un día me voy a volver desierto y probablemente seré de aquellos que provocarán desaliento a los hombres, no será habitado por fauna o flora, se dedicará a provocar espejismos que inundará de locura al que por desgracia caiga ahí, no habrá pilotos que dibujen elefantes dentro de una boa, ni zorros que estarán esperando desde las tres de la tarde sintiéndose dichosos. Un día me volveré desierto y cuando por azar o burla, de quien maneje o no, las nubes lluevan no voy a saber qué hacer y el desierto dejará de tener vida.

—¿Qué puedo hacer yo si sólo soy sol? Si todo lo quemo y todo lo seco. Las estrellas huyen de mí y se refugian en la noche y en la Luna, oh bella doncella que me repugna por mi condiciente ardiente, frígida y curva. No quiero ser el sol de tu desierto, busca la noche, no me busques a mí...

—Ahorita el desierto no existe, el ecosistema existente es otro; el creador de esa metáfora incluso dijo que evoco más bien a la selva. Que sería una lastima que me convirtiera en un desierto, de hecho alegó que considerando mi condición sería un desierto bonito... pero eso no importa ahora. Si el creador de metáforas dijo que soy, ahora, una selva, necesita del sol para nutrir sus plantas y dar vida a los animales que la habitan, crear arco iris y permitir que todo siga su ciclo. Si tan sólo existiera la noche, la Luna y las estrellas se suicidarían.

—Entonces ahí voy a estar, pequeño edén... pero entiende que el sol siempre será sol, no te acerques mucho a él, no dejará de ser sol porque lo veas más de cerca.

—La conciencia de cada ser vivo está consciente de todo aquello que lo "aviva", es curioso como nombre a cada artefacto y de pronto se otorgan para siempre ese nombre y cualidades cuando en el inicio eran otros. Tal vez sí, es un tonto por jugar con palabras y hacer partícipe al pequeño que palpita para ver si logra una diferencia en el actuar de los nombres. De antemano sabe que las dagas pueden ser muchas, pero es un pequeño niño que aún confía en que las estrellas fugaces puedan conceder deseos...

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