sábado, 4 de febrero de 2012

Hubiera

Hoy fui a clase de Literatura Italiana. Y soy una mala alumna, la maestra comenzó a dictar acerca del barroco y me dio flojera escribir, pero como no podía quedarme sin hacer nada deje que las letras hicieran de las suyas y resultaron estos cuentitos. El conjuto se llama hubiera. Tal vez un día.

I

Luchó hasta el amanecer. Cayó rendido con el primer canto de los pájaros, tan dulce melodía no lo dejaba vivir en paz. Todo habría sido más sencillo si se hubiera dado cuenta que su gran adversario era la vida misma que le jugaba una treta a través de su sombra.

II

Quizá su estancia en el mundo habría sido armoniosa si en vez de tomar una taza de café cada mañana, tomara en su lugar chocolate con leche, así su niño interior se lo hubiera agradecido.

III

El niño sonrió cuando su madre regresó, estaba feliz de la nueva obra de arte que había hecho con su maquillaje en la alfombra de la sala. Dicen que fue tanto el gusto de la madre que se escuchó un grito, las bolsas del mandado al suelo cayeron y días después un pequeño féretro iba hacia el cementerio.

IV
Ansioso por declararle su amor compró el ramo de flores más grande que encontró, lamentablemente habría tenido un sí como respuesta si hubiera dejado las flores vivir. Era una activista ecológica en potencia.

V

Cada cinco minutos lanzará un bostezo, ella mirará somnolienta por la ventana como los niños jugarán en el pasto. Luego se resignará y escribirá una aburrida oración para que años después reciba un título universitario que no le servirá de nada, porque después de ese día decidirá ser una trotamundos. Así como la alegría libre de los niños que demosotrarán de un momento a otro.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Con la maestra Vicky siempre surgen cosas entretenidas.... un buen desayuno por ejemplo, ja ja ja ja!

Saludos Liz!!