Es curioso, me siento nerviosa como si fuera a pasar algo grande, algo muy muy grande, pero no, no pasa nada.
Es curioso porque siento una cierta presión en donde se supone que está el corazón, como cuando vas a abrir un regalo, como cuando estás esperando a alguien y está por llegar, como cuando tiene que ir a algún lugar pero sientes que vas a llegar tarde, como cuando vas al peinador y estás esperando a ver cuál fue el resultado del trabajo, como cuando le dices a alguien que te gusta y estás esperando su respuesta. Así, así de nerviosa estoy.
No es la primera vez que me pasa, hace como dos meses sucedió; hoy podría culpar a que me tomé dos tazas de café aunque pasó mucho tiempo entre una y otra. O tal vez podré culpar a los dolores del género.
No sé, el caso es que me siento nerviosa y con unas ganas terribles de llorar, pero no puedo. Ironía es que lloro por cualquier cosa y hoy que en verdad lo necesito, no puedo.
Qué triste es no poder poder. Qué triste.
lunes, 30 de diciembre de 2013
Suscribirse a:
Entradas (Atom)